La expedición de 1912 a la Antártida del famoso explorador polar británico de principios del siglo XX, Robert Scott, terminó trágicamente en 1913. Solo unos pocos miembros sobrevivientes del equipo del eminente explorador regresaron vivos al continente. Trajeron consigo materiales fotográficos únicos que tal vez arrojen luz sobre la mítica pared de hielo, uno de los secretos de la Antártida. Según rumores y leyendas, el muro atraviesa todo el continente de hielo.
